En la nada de un ser descascarado y perturbado
la tormenta llega con misiles de regalo,
ataca en la isla que creo como refugio
para escapar de la conciencia gris que atrormentaba
en sueños desprolijos de realidad cambiada.
La intranquilidad trae pesadumbre y todo se vuelve opaco
entonces un grito rojo aturde en los rincones mas asperos y deliciosos
por que la bruma proviene de un viejo sol
y la tormenta solo expresa la furia del infructuoso soñador
que buscando una escondite solamente encontro desolación maximizada.
El sigue hablando como si nada por la frecuencia resguardada
pero todos ya se dieron cuenta de que la tormenta lo ahogó,
él sigue simulando situaciones ventajosas que solo viven en su ingenio
para sobrellevar la angustia reprimida que el rayo rojo le legó
mientras el resto mira con cautela, alejandose de la tormenta.